jueves, 21 de abril de 2016

La ley 3 de 3

Sin duda alguna uno de los problemas notorios que venimos arrastrando los mexicanos ya desde hace muchos años es la corrupción, y si bien ya desde hace tiempo se han planteado iniciativas para inmovilizar este acto, llegó la iniciativa con más golpe y apoyo social que se ha visto, la ley 3 de 3. 

La Ley General de Responsabilidades Administrativas, también conocida como la Ley 3 de 3 es una iniciativa que contiene elementos fundamentales para el combate a la corrupción del país. Gracias al apoyo de actores de la talla y alcance de Cinépolis, el Consejo Coordinador Empresarial, un gran número de organizaciones de la sociedad civil, así como universidades como la UVM, el ITAM, y el Tecnológico de Monterrey, entre otras se lograron juntar 634 mil firmas, seis veces más de las que exige la ley.

Esta labor abrió por primera vez las puertas del Congreso a una iniciativa ciudadana, pero la ley únicamente garantizaba que los legisladores la discutieran y votaran con tan sólo una intervención de un representante de la iniciativa a manera de presentación, pero al meter presión para que la sociedad civil fuera parte de la discusión no sólo de la Ley 3de3, sino también de las otras seis leyes secundarias necesarias para impulsar un SNA (Sistema Nacional Anticorrupción) sólido y funcional fue así como por primera vez un grupo de ciudadanos pudo participar, en conjunto con sus representantes, en una discusión legislativa.

¿Qué logramos con esto? 

El primer gran logro de los representantes de la sociedad civil fue modificar la manera en la que se discutirán las leyes secundarias. Mientras que los legisladores tenían contemplado discutir y votar en comisiones unidas cada ley artículo por artículo en una gran sesión maratónica, la propuesta de la sociedad civil prevaleció, por lo que para la redacción de las leyes secundarias se conformaron cuatro mesas de trabajo:

 1) Ley General de Responsabilidades Administrativas (Ley 3de3).
 2) Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción y Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.
 3) Ley Orgánica del Tribunal de Justicia Administrativa.
 4) Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas.

 El segundo logro fue garantizar la presencia de expertos de la sociedad civil en dichas mesas de trabajo, por lo que la discusión y el trabajo que darán pie a los dictámenes de todas las leyes secundarias tendrán la participación de representantes de la sociedad civil a la par de los legisladores, algo nunca antes visto.

 Un tercer logro fue establecer a la Ley 3de3 como el eje de discusión sobre el cual se creará la Ley General de Responsabilidades Administrativas. Es decir, en lugar de ser una iniciativa más, toda la discusión tendrá que estar enfocada en la iniciativa respaldada por más de medio millón de ciudadanos y cada cambio o modificación deberá ser justificado.

 Por último, y quizás el logro más importante, es el compromiso de garantizar prácticas de Parlamento Abierto en la discusión de todas las leyes secundarias anticorrupción. Esto significa garantizar la máxima publicidad y difusión de la ruta crítica de la dictaminación de las leyes mediante la publicación de calendarios, audiencias públicas, seguimiento en vivo mediante plataformas digitales, conocimiento del origen de cada argumento, disponibilidad de documentos de trabajo, entre otras.

lo que sigue ahora y muy importante es que los ciudadanos sigan apoyando este tipo de iniciativas, así mismo tienen el trabajo de aprovechar estos nuevos procesos y herramientas para dar seguimiento a las discusiones y garantizar un combate contra la corrupción completo y efectivo.

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